sábado, 10 de abril de 2010

El siguiente poemario fue escrito por Norma Luz, e ilustrado por Fco., aunque en la portada aparecen los pseudónimos. Nuestro trabajo está pensado para niños, pero esperamos que sea del agrado de chicos y grandes.

Música natural

El viento es música
ayer lo escuché
tocaba la flauta
Hoy baila con Paulina
levanta sus pies
y le anida el alma.

La muerte de una semilla

Pensaste que la semilla había muerto
y como es natural
había que sepultarla bajo tierra
En vez de flores le llevaste agua
entonces nació la vida.

Onomatopeya

Auuuuuuuuuu
aúlla el lobo para encender la luna
Miau Miauu
maúlla el gato pidiendo leche
Zzdzzdzzd
zumba la abeja mientras trabaja
Poesiiiiiiía
escribo yo para sentir que vivo.

El sol naranja

Cuando crezca
voy a ser gigante
y no me digas
que es imposible
Hoy cuando atardeció
alguien vino a exprimir al sol- naranja

Dime
¿Quién lo hizo sino un gigante?

De- cierto

Lo único que sé de-cierto y me gusta
es como se ve el desierto
en eso estoy de acuerdo con el sol
Él enciende sus fogatas sobre la arena
para alumbrar lo que quiere ver
Yo buscando sombra
abro mi sombrilla
y sin darme cuenta
me cubro de la lluvia solar.

El viento

Al ver al árbol tan callado
pensé que estaba triste
pero me di cuenta
que tan sólo extrañaba al viento
porque cuando lo vio venir
comenzó a bailar.

El relámpago

Abro la ventana
y en el fondo de la noche
un árbol blanco
crece de cabeza
Sus ramas son cuerdas
que el cielo arroja
para que la tierra suba
Pero es demasiado grande
y no hay rama que la resista
Entonces desesperado
el cielo lanza un grito
y yo escucho el trueno.

Invierno

El cielo está pálido
Intentando dormir
sacude sus almohadas de nubes
sin notar que la tierra se llena de plumas
mientras él tirita de frío
Yo le digo que luce bien
y él arrastra las sábanas blancas
en busca de sol
sin escucharme decir:
—en mi interior también hay luz.

Luz

Cuando amanece

la luz entra a la casa

Vuela a mi alrededor

ágil y libre

como un águila

Extiendo la mano

esperando que ahí se pose

pero se escapa entre mis dedos

sigue su camino

en un rayo diminuto

hasta que uno de mis ojos la atrapa

para llenarse de ella.

La flor del muro

Frente a la casa

hay un muro grande

así que me recuesto sobre mi espalda

para mirar al cielo

Mamá no me dejaba ir a buscar

que había del otro lado del muro

pero un día ella plantó frente a él una flor roja

con hojas largas y verdes

yo creo que las raíces crecieron

grandes y fuertes

porque hicieron en el muro un agujero

así sin ruido

despacito

sin que él lo sospechara.